Reflejarme en sus ojos

Cada uno tiene una mirada diferente.

La de Juan Ma es tierna, profundamente tierna... quisiera quedarme en ella para experimentar la vida a través de él. Verme en sus ojos me convierte en una vela encendida que se derrite lenta y feliz.

La de Antonia es juguetona, es divertida, es pura alegría. Y reflejarme ahí me recuerda que la vida es ahora, que no hay tiempo de nada más, sólo de jugar con el presente.

Y Martín... estoy empezando a descubrir sus ojos, su color no definido, su profundidad. A veces, mientras estoy lactando me distraigo... y depronto siento como si un ángel me aterrizara... es él, que me mira pegado a mi. Me mira y siento que vivo y muero a la vez; me mira y el amor se despliega eterno. Me mira y el silencio nos invade cómplice de ese momento sagrado entre los dos. Me mira y no tengo más remedio que entregarme por completo a él, a su vida, a nuestro encuentro en este planeta. Soy una mujer nueva, mi piel ha cambiado, la muda que dejé el día cuarenta poco a poco se desvanece en la tierra. Si quiero conectarme con lo sagrado, con lo eterno y efímero a la vez, sólo basta con mirar a Martín, ver mi rostro en sus ojos, ver mi ignorancia en su sabiduría, ver mi pasado y mi futuro en su presente.

Los ojos de mis hijos son puertas a mundos infinitos, mi reflejo en ellos es apenas una muestra de lo compleja que es la vida y de la gran misión que tengo a cargo. No se cómo lo estoy haciendo, pero si me pierdo, que sea en sus miradas.

Comentarios

  1. Solo AMOR en cada palabra...que hermosa sensación de mama, que comparto y amo también. Besos a la tropa!!!

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