Conversación perdida II

Anoche mientras intentaba dormir, me llegó a la mente la siguiente conversación:

Mamá: (Hablando en voz alta dese su habitación) Hijoooooo... por favor báñate, vístete y organiza tus juguetes que nos vamos ya.
Hijo: (escucha a lo lejos la voz de su mamá) Ya va.

La mamá se mete a la ducha, se alista rápidamente, pues está acostumbrada a una ágil rutina donde el tiempo es medido por segundos. Se arregla, sale de su habitación y observa que su hijo sigue embebido en una lucha de Lego Hero Factory, con sus dos robots(?) en el tapete.

Mamá: Te dije que algoooooo!!!! por favor a la ducha, luego te vistes, organizas tus juguetes que nos vamos yaaaaaa....
Hijo: (Escucha más cerca la voz de su mamá, y en plena batalla, sin voltear a mirar) Ya va.

Mamá va a la cocina, entre todas las opciones debe elegir la más rápida: cereal y leche; pero luego recuerda que ese menú fue el de ayer (Y los libros de maternidad dicente que el niño debe tener una alimentación variada rica en sabores y colores), entonces hábilmente prepara un plato.

Mamá: Está listo el desayunooooo....¿ tu ya estas listo? Son tostadas francesassssss....
Hijo: (Sólo escucha tostadas francesas y sale corriendo a la mesa, ha caído en la redada de mamá)
Mamá:¡ Pero como así!¡ no te has alistado! (entonces mamá toma al hijo del brazo, lo lleva a la ducha, lo baña, sale, lo viste y mientras hace todo esto...) ¡Pero qué es lo que pasa!, es que acaso ¿hablo japonés avanzado? (como si el japonés tuviera esa categoría para los japoneses, tal vez se refiere a cursos donde se clasifica así el aprendizaje de un nuevo idioma) Cómo es posible que todo tenga que hacerlo yo, mira, llevo media hora diciéndote lo que hay que hacer y no me escuchas, qué tengo que hacer para que me hagas caso (en ese instante la mamá sabe que NO debe ni bañarle, ni vestirle pues debe promover su independencia, su autonomía y sobre todo la responsabilidad, sacude la cabeza y continúa), estamos de afán, ¿No lo entiendes? Ah! todos los días la misma pelea (en es momento le llega un rayo de luz y recuerda que en el libro para ser una buena mamá dice que a los niños no se les da instrucciones desde lejos ni con gritos, sino que el adulto o padre de familia se ubica en una posición a la altura de los niños, los mira a los ojos y les da la instrucción, luego pregunta al niño qué se debe hacer para confirmar que tiene clara la información; la mamá sacude la cabeza y piensa que ya no puede hacer eso), qué cosa, bueno, ya estás listo (amarra el último zapato mientras el hijo sigue su batalla de Lego Hero Factory en sus manos). La mamá se levanta y con el dedo señala la puerta de la habitación, se siente victoriosa, ahora si: ¡A desayunar!

Hijo: (Con voz de pataleta) Pero dijiste que eran tostadas francesas!!! esto es frutaaaaaa, nooooo quieerrrroooo frutaaaaaa (con grito)
Mamá: (Respira profundo) Mira tuuuu (mirándolo a los ojos) primero te comes la fruta y así, luego, te paso las tostadas... ¿Estas de acuerdo? (se arrepiente de esta última frase, pues hay cosas que no deben ser negociables, como la buena alimentación) mejor dicho, te comes la fruta y ya.
Hijo: Pero no me gustaaaaa!!! antes la ponías con figuras de animales y caritas felices, ¡así no me gusta!
Mamá: Es que ya estás creciendo, no puedo tratarte como un bebé, a ver abre la boca y te cuchareo para que te la comas rápido

El hijo, abre la boca y recibe cada cucharada de fruta, previa negociación de "Sólo cuatro cucharadas". Llegan las tostadas, se las come feliz, pide repetición y le cuenta a mamá cómo uno de los Lego Hero Factory ganó la batalla. Logran salir sobre el tiempo, llegan justo en el minuto de la cita médica, si la pierden es un lío que el pediatra programe una cita cercana. Todo está perfecto, no hay de qué preocuparse.

En la noche, mamá lee un cuento, el hijo se duerme. Ella le da un beso y lo abriga. Lo mira dormido ¡Es un ángel! se queda embebida mirándolo, sintiendo que ese pedacito de cielo le fue regalado por la vida para cuidarlo, amarlo, educarlo, ayudarlo a encontrar su propio camino. Con una pequeña lágrima en cada ojo, se promete a si misma que mañana por la mañana se va a levantar más temprano, entrará a su cuarto, jugará un rato con él y sus Lego Hero Factory y en medio del juego, le pondrá unos retos importantes: bañarse y vestirse sólo. Luego, lo invitará a ser chef para una deliciosa ensalada de frutas... Mamá se va a terminar un informe para el trabajo.

Suena el despertador y comienza otro día,
Mamá: (Desde su habitación) Hijoooooo a levantarseeeee...

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