Metamorfosis lenta

Empieza el segundo trimestre... nada más maravilloso que dejar atrás las horribles náuseas y ese sueño nunca reparador que adormece los días y las noches... Llega el momento donde brilla el pelo, se nutre el cuero cabelludo, la piel es rozagante, el ánimo de color amarillo y las noches de descanso... el mejor momento del embarazo...Lo que no entiendo, es porque estoy en la semana 14, cuando debería pasar todo esto, y al contrario, lo que sucede es que caigo en cama tres días a causa de una gripa terrible que no puede tratarse sino con "abundante líquido", reposo y ya en caso extremo, acetaminofén. No conforme la gripa con su ataque frontal, llega la gastroenteritis, producto de no se que agua contaminada horrible consumida en jugo, disfrazado de nutriente que remplaza las bebidas gaseosas.

No se si es resistencia a sentirme mejor, a tomar las riendas de mi vida de una vez por todas... O... los 34 años que cumpliré mañana. Es posible, muy posible que sean todas juntas las causas de mis malestares. En todo caso, creo, crecer siempre duele. Ver crecer a mis hijos me duele paradójicamente, porque por un lado siento un descanso cuando se que cada vez son más independientes y pueden ir a la nevera a buscar su propio alimento solos, sin necesidad de despertarnos un sábado a las 5:30 am, que es como suele ser el fin de semana. Pero por otra parte, algo dentro de mi se afecta, cuando se que se empiezan a enfrentar a situaciones novedosas, riesgosas y necesarias para crecer.

Esta metamorfosis lenta que estoy viviendo, es tan presente, es tan extraña, es tan sentida... Pasan los días como si fueran meses y eso hace que esté tan consciente del ahora, que sienta cada pulsación, cada emoción con tal intensidad, que a veces siento que me desbordo. Y mi bebé como si nada... aunque nuestras sincronías deben ser secretas y ajenas a mi, siento que su metamorfosis es tan diferente a la mía. Siento que ese corazón late cien veces más rápido, siento que su percepción es más evidente que la mía, que sus llantos son fugaces y su luz es permanente. Siento que se aferra a mis reservas energéticas con instinto y que yo en cambio, nadando en mi nebulosa hormonal, trato de conectarme para hacerme la sabia, la adulta, la matriz. Pero no, es todo lo contrario. Es mi bebé quien me nutre de vida, es mi bebé quien me inyecta energía cósmica, quien me acaricia cuando tengo dudas, quien desde adentro irradia luz cuando no puedo ver más allá de mi mañana.

Y fuera de mi, mis dos angelitos, secretamente me dan las claves. Esto de ser mamá, al contrario a dar, pareciera un eterno recibir, basta silenciar la mente y mirar los ojos de mis hijos, perderme en su profundidad,  de vez en cuando reflejarme y cerrar los míos para confiar, en que haga lo que yo haga, todo va a estar bien.

Comentarios

  1. Quiero comenzar deseándote un feliz cumpleaños, ojalá lo hayas pasado muy bien y bien acompañada (claro que si).
    Metamorfosis? yo la llamaría montaña rusa de hormonas, jajaja.
    Pasamos por tantos cambios durante el mes, imagina ahora con un gran volumen de hormonas dentro del cuerpo.
    Contienes a tu bebé y él te contiene, que lindo.
    Ojalá que vaya calmando, si es lo que deseas, o si no, disfrútalo :)
    Saludos.

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  2. Gracias por tu mensaje!!! Te mando saludos también, me encanta que una mamá como tu pueda entender esto!

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  3. Te he dejado algo en mi blog, podrías ir a verme?
    Saludos.

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