¿Cuánto dura el posparto?

C u a r e n t e n a. La mayoría de madres, primerizas o no, temen al parto. Y cómo no temerle si toda la información recibida del exterior del cuerpo materno es dolor. Sin embargo, en mi humilde opinión de madre de tres cachorros el parto se vive desde la diversidad de cada mujer, es diferente para cada una. Lo que si es el punto, es el posparto. En ninguno de mis embarazos recibí información acerca del posparto aparte de la famosa cuarentena donde se dan unas indicaciones pos hospitalarias y de tipo anatómico, contraindicaciones fisiológicas y nada más.

Y resulta que el posparto no es la cuarentena, sino el periodo después del parto donde madre e hijo están profundamente conectados y el cuerpo de ambos se está preparando para la separación absoluta después del vientre. El tiempo de posparto no son cuarenta días. Según Laura Gutman, Leslie Power, Casilda Rodríguez y otras investigadoras del tema, dura dos años. Recuerdo con gracia que siempre le decía a mi esposo que el cuerpo tardaba dos años en "recuperarse del parto", y lo decía desde mi ignorancia, sólo por puro instinto de lo que sentía dentro de mi. Es cuando el bebé cumple dos años que inicia su etapa de niño o niña y requiere la separación de la madre para comenzar a entrar en el mundo de afuera.

Esto no implica que las madres que trabajan fuera de casa deban estar dos años al cuidado total del bebé. En este sistema eso no funciona, ni aplica. Pero si yo hubiese tenido más claro este asunto, mi disposición corporal, psíquica y espiritual hubiese sido distinta. El formato del mundo donde vivo reclama a la madre a los tres meses de nacido el bebé, con leche brotando y el ánimo desecho para retomar sus funciones laborales. Y es así como no se puede funcionar ni en el trabajo por la culpa de dejar al bebé al cuidado de otro ser, ni en casa por la carga de responsabilidades del trabajo.

Las luchas feministas también deberían tender a ampliar las licencias de maternidad, a buscar opciones para el cuidado de los bebés en las empresas donde trabajan las madres, a procurar mayor tiempo madre-cría para que ambos puedan desconectarse del mundo exterior y gozar del cuerpo, calor, amor, leche y nido. Brindando opciones a la madre de redes de apoyo para lidiar con las molestas sombras que nos asustan, espacios para conocernos mejor, tiempo para regular las hormonas, oportunidades para ajustarse con la pareja. Y mis amigos me preguntan como siempre: ¿Y dónde dejas al padre? Esa respuesta espero tenerla resuelta en otra entrada.

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