Abstracto hacia mágico

Existen muchos momentos mágicos en la vida. Lo que pasa es que tener la conciencia de que existen no es tan sencillo. La postura habitual de la mente en el pasado, en el futuro o en las preocupaciones. Desde que supe que  estaba esperando este bebé, mi tercer hijo, había tenido muy pocos momentos de conciencia sobre su existencia dentro de mi... ya lo había mencionado, los síntomas no ayudan mucho a que el enfoque sea el bebé. Esto no quiere decir que no pensara en el o la bebé, o que tomara conciencia de estar embarazada y por lo tanto empezara a tomar las vitaminas y a tener los cuidados necesarios. Estoy hablando de una sensación de abstracto, de saber que está ahí, pero aún así tener tantos temores y mezclas emocionales, que no es tan sencillo visualizar el pequeño ser que se está formando. Lo intento una y otra vez... meditación, ojos cerrados, y sin embargo, mis hijos dándole besos a la panza inexistente lo saben todo. Ellos, claramente, pueden ver más allá y como si tuvieran ojos ultrabiónicos pueden ver al bebé ¡y saber incluso lo que siente! Como yo perdí ese don, no tuve más remedio que llenarme de ansias por la ecografía. Aquí hago una pausa, para decir que con tan poco tiempo de gestación, tuve momentos de confusión porque realmente he sentido que el o la bebé se mueve... pueden llamarme loca (en realidad es el título del blog), se que los movimientos se perciben en el cuarto mes, pero yo realmente lo he vivido así. Puedo diferenciar de cualquier movimiento interno de mi cuerpo, esta burbujita que se desplaza mágicamente como dando pequeños y casi imperceptibles saltos en mi vientre. No diré más.

Ecografía, me dejan en un cuarto de 1,5 m x 1,5 m con mi esposo, con quien estaba muy enojada (razones de embarazada loca) esperando casi 15 minutos, en una bata de laboratorio (como una rata de laboratorio), mientras adentro estaba otra mamá. Después de experimentar la peor claustrofobia en silencio (insisto, estaba enojada con mi esposo), nos dejan entrar. Me ubico en la camilla muy molesta, y el médico hace lo suyo. Entonces, de súbito, aparece una imagen de mi bebé perfecto. No se si yo esperaba un embrión pequeñito, no se que esperaba, pero ver a mi hijo o hija, todo un ser humano en miniatura, con esa naturalidad viviendo dentro de mi, abriéndose paso entre mis hormonas, mis estados de ánimo, mis miedos, mis sueños y mi vida, me dejó en un silencio sublime y profundo. Se asomó una lágrima en mi ojo derecho, emití un sonido de ternura infinita, miré a mi esposo y me di cuenta que había trascendido de lo abstracto (de sus movimientos prematuros en mi pseudoimaginación) a lo mágico. Al oír su corazón, en el mío se abrió otra puerta. Tengo dos corazones latiendo dentro de mi. ¿Es o no magia?

PD. Gracias a mis seguidor@s, es increíble compartir esta experiencia tan íntima con ustedes, me siento en casa.

Comentarios

  1. Hola mamá latina!! Me encantan tus narraciones, es increíble lo cercana que te siento a través de tus letras, tienes el don de abrir tu alma para que los demás aprendamos a sentir en la intimidad de nuestro ser!!
    Tu Fan

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  2. Querida Mamá latina, no tengo hijos, pero al leer tus lineas despierta en mi una emoción que siento estar viviendo el momento. Gracias por tus reflexiones, catarsis o como las quieras llamar, es un espacio para ver la maternidad desde otro punto.... Un abrazo Poli

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  3. No importa si la mama es laatina, lo claro es que la quiero porque esta loca....de nuevo Felicitaciones mi gorila hermosa.

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