Inicio

El asunto de escribir es más terpeútico que otra cosa. Especialmente porque si algunas personas hacen ejercicio, otras hablan con sus amigos, otras visitan sus terapeutas, otras hacen yoga y una buena mayoría no hace nada, pues vale la pena intentar la catarsis. Es especulación, pero he notado que en la sociedad colombiana como que no es bien visto eso de hacer terapias, eso de ir a un consultorio a contarle sus problemas a un extraño. En mi caso, habiendo completado desde los 12 años a la fecha nueve terapias, creo profundamente en el poder que surge de esos encuentros con extraños, que finalmente saben más de la vida de uno, que por supuesto, uno mismo. Y aunque cada ajuste psicológico, físico y cognitivo realizado desde los 12 años ha sido un paso a la vez y una caída más profunda que la anterior, lo que más me ha quedado es escribir. El intento, obedece a esa compulsión por hablar y hablar... y seguir hablando. A veces, cuando no se bien cómo parar, puedo llegar a cansar al interlocutor y en el peor de los casos, a herir suceptibilidades. Es un hecho. Escribir es una necesidad.

Esa, es la primera justificación. La segunda, es que la gran mayoría de mis amigas no tienen hijos. Y las amigas que tienen hijos no tienen tiempo para visitas y catarsis de mamás; y los amigos ni hablar, mis amigos papás terminan siendo cuasi pacientes de cómo ser mejores papás y parejas, asi que nunca resulta. Entonces, depronto, en algún lugar del planeta hay otra mamá, con la que pueda sentir algo de identificación y que no me estoy hundiendo en mis propias culpas y locuras. La tercera, es que necesito disciplina. La he tenido para ciertas actividades, pero no para hacerle seguimiento a un proceso tan complejo como es el embarazo. Si, soy mamá de dos hijos, un niño de 8 años, una niña de 5 años y tengo 9 semanas de embarazo.

La sorpresiva noticia, que cada vez evidencia más la capacidad de transpasar barreras artificiales, llegó a mi vida un sábado hace mes y medio, ante la mirada de sorpresa de mi esposo, la felicidad de mis hijos y la pasmada de mi familia. Como el procesamiento de una noticia así requiere tiempo, no ha sido posible conectarme con la idea "idealizada" del embarazo. Los primeros meses son náuseas, dolor de cabeza, ir cada 20 minutos al baño, acompañado de cierto vómito... en fin, síntomas físicos que no dan mucho espacio para entender lo abstracto que es el crecimiento del pequeño embrión, implantado hermosamente en el útero. Y emocionalmente, ni hablar... montaña rusa de emociones, subidas, bajadas, up and down.

Así que empieza el diario de esta libélula que aún no ha podido emerger del río, que aún está depredando todo o que encuentra entre las rocas. Mi contexto es latino, viendo la película Bebés, me di cuenta que lo cultural y las creencias marcan profundamente la relación madre e hijo, y si nací en las bellas montañas de la Villaviciosa ciudad de Pasto (Nariño), pero fui criada en la caótica Sabana de Bogotá, pues algo cultural debo tener arraigado. Y si, he dicho en reuniones de padres de familia del colegio de mis hijos que admiro a las mamás con 3 y 4 hijos (las hay, y muchas) porque son unas duras, si yo con dos, ¡me vuelvo loca!

He decidido entonces narrar el transcurso de este embarazo, junto a la vida de mis dos preciosos hijos y de un esposo, que en algunas cosas es latino, pero gracias al Divino Niño, en otras no lo es tanto, y ha participado en un alto porcentaje en la crianza de dos cachorros. Esa es una razón que me da fuerza, porque en serio, pensar en tres, me tiene loca...

Comentarios

  1. Hola, la idea me parece genial, cada cual es libre de expresar lo que siente como quiere, a parte que el blog tiene tintes didácticos y puede incluso ayudar a otras mujeres en tu situación.

    Esto debería hacernos pensar en nuestras antiguas generaciones cuando, nuestras abuelas normalmente tenían hasta 10 hijos (o más), los tiempos por supuesto han cambiado y con esto no estoy diciendo que el hecho de ser madre hoy día sea más fácil, mi itención es remarcar que nuestras abuelas, madres y en general nuestras mujeres colombianas son fuertes por naturaleza.

    Tu eres fuerte, lo llevas en tus genes, en tu sangre. El milagro que tienes en tus entrañas, bien vale las molestias ocasionadas, pronto te verás recompensada, creo que no hay felicidad más grande para una madre, cuando su bebé recién nacido descansa en su regazo. Ánimo y felicidades por el tercero.

    ResponderEliminar
  2. Libélula valiente, me pareces!!! y es tu coraje el que perpetuará en tus hijos y tu esposo, mucho amor y admiración para ti. Te admiro.

    ResponderEliminar
  3. Hola mamá "Latina" , siempre lo he dicho Paco es maravilloso para escribir de donde saca tanto?? es de verdad admirable. Ha y este tercero esta muy rodeado de toda la Familia que te quiere ya no estas ni en los Quimbayas ni en los Quitos, asi que más consentida no se puede jeje

    ResponderEliminar
  4. Hola LIbélula.¡¡Bienvenida!!.
    DEsde lejos hoy ya tienes una nueva seguidora. Yo también tengo 3, así que también ando un poco loca...Un niño con 9, otro niño con 6 y..otro niño que el próximo mes cumple 2 años.
    Cuando yo pensaba en tres tb me daba vueltas la habitación, jejeje pero mira tú, he sobrevivido.
    POr auí me quedo a compartir tus historias.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Me parece genial que escribas!!!!!!!! Me siento identificada porque yo empecé así y llevo ya 3 semanas. Además aqui te encontrarás con gente increible que aprenderá de lo que tú cuentas y viceversa. Bienvenida a la blogosferaaaaaaaaaaa

    https://sardinasperoconp.blogspot.com

    ResponderEliminar
  6. Hola Luisa!!! Me ha encantado este post para empezar tu blog. Unos argumentos muy similares a los de muchas mamás que empezamos a escribir un blog. Me parece que me voy a quedar por aquí un tiempecito ;).

    Cuando quieras estás invitada a pasarte por mi pequeño mundo: http://anda-si-es-mama.blogspot.com/

    Te sigo!

    ResponderEliminar
  7. Hola Loca:
    Yo también soy colombiana y tengo mi blog que es como un segundo hijo (no digo que una mata porque si no ya se habría muerto de sed jajaja), que rico que inicies esta aventura y bienvenida a la blogosfera de madres...claro tu eres una madraza como dicen las españolas porque yo con una niña a ratos siento que no puedo jajaja
    Bienvenida y te seguiré, aunque casi siempre leo y no alcanzo a comentar.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares