Conversación perdida I

Tengo en mi cabeza una conversación hipotética, que describo a continuación:

Ella: Ya no me queda nada de mi ropa... pero tampoco tengo suficiente panza para ponerme la de embarazada... ¡no me hallo!
El: No te preocupes, con cualquier  cosa te ves linda...
Ella: Ah... "cualquier cosa" qué me tratas de decir... que me ponga cualquier cosa, que igual.. ¿me veo gorda?
El: no he dicho nada de eso... lo que te estoy dic...
Ella: (interrumpe) Ya, no digas nada. Ya se, ya se que todo me queda mal, igual como no te importa, como no se trata de ti. 
El: no he dicho que se trate de mi, sólo te digo que...
Ella: (vuelve a interrumpir) solo dices que me ponga cualquier cosa pues ya que mas da ¿cierto? si ahora no te parezco nada atractiva, si ni siquiera vienes a arruncharte conmigo por la noche, ¿cuando me muero de frío!
El: Sólo fue anoche que me quedé viendo una película que me gustab.....
Ella: (interrumpe una vez más) Ah, claro, prefieres una película que a mi, que estar conmigo aquí escuchándome, mira cómo has cambiado, ahora te la pasas sólo con ese aparato hablando con mil personas, menos conmigo!
El: (suspiro) pero son llamadas de negocios.. no ves que...
Ella: (sin dejarlo terminar el suspiro) ¡No me importa lo que hables, ni con quien hables! ese es tu asunto, porque yo hace rato no soy tu asunto.
El: (se levanta de la cama) Mira, tranquila, mejor me voy a dar una vuelta y ahora hablamos.
Ella: ¡Eso! sal corriendo... déjame hablando sola como siempre, huyeeeee.... como tu no tienes que lidiar con las hormonas, con las náuseas (siente una en ese momento), como a ti no te tocará cargar con la panzaaaaaa, ni sentirás media contracción, como tu... (se da cuenta que suena la puerta).

Entonces ella se sienta, se seca las lágrimas, se mira al espejo, no le queda nada de su ropa habitual, aunque no tiene panza, su cuerpo ha empezado a cambiar y aunque en el fondo de su corazón sabe que la pataleta es por eso, se niega a aceptar los cargos por cantaletuda. Ella sabe que en este embarazo El se ha portado como un príncipe, que ha dejado de lado sus intereses, sus miedos y su independencia para hacerla sentir segura y tranquila, que le ha complacido sus antojos. Pero como bestia insaciable de halagos, mimos y antojos, aleja esos pensamientos. Como El no llega en el lapso de 30 minutos, parece que lo va a llamar al celular... esta historia puede empeorar. 

Comentarios

  1. ayyy las hormonas...nos hacen sacar esa bestia que pide sin cesar... iré leyendo tu blog lentamente, saludos !!!

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  2. Es un gorila locooooo jajajajjaa, pero escribir llibera las hormonas. felicitaciones, de admirar. besos mi gorilus

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